la oración en familia


Cuando nos casamos empezamos a rezar el rosario juntos con Juan. A mí me costó bastante, todavía me cuesta a decir verdad, porque me disperso montón, no logro muchas veces la concentración, el silencio interior, en fin, la mayoría de las veces pienso si mi rosario tendrá valor, si habrá servido... cuando no me pasa que me dejo vencer por el cansancio y entre avemarías me quedo dormida... Pésimo ejemplo el mío, pero soy sincera nomás.
Hace un tiempo intentamos rezar con los chicos, nos dimos cuenta del valor de la oración en familia, un momento que todos como familia dedicamos a rezar el rosario, poner nuestras intenciones, ofrecer todas nuestras cosas a Dios por medio de la Virgen. Empezamos por el rosario, los 5 misterios, pero la verdad que no lo logramos, todavía, claro. Dejamos de hacerlo porque nos lo pasábamos retándolos porque se distraían, se ponían a jugar, se iban a buscar juguetes, se reían, gritaban, en fin, de todo!, terminábamos Juan y yo rezando solos en medio de todo el ruido de los chicos.
Entonces empezaron las vacaciones, el cambio de horario (excusas!!!) y fuimos dejando de llamarlos para rezar. En cuanto caemos en la cuenta de que nos estamos perdiendo de algo muy bueno y necesario, los volvemos a invitar, aunque ahora hemos reducido a intentar rezar juntos sólo la primer decena, por ahí rezamos 2, si va todo bien. A María le gusta leer la meditación de un librito de rosario para niños, y todos (menos Berni que todavía no habla, pero se encarga bien de distraernos) rezan uno por vez la mitad del avemaría. Así participan todos, y van prestando atencíón también para cuando les toca rezar su avemaría solos.
No nos tomen de ejemplo, en realidad, idealmente, me gustaría poder decir que rezamos todos juntos el rosario todos los días, que mientras rezamos no vuela una mosca, y que terminamos sintiendo una paz difícil de describir... Pero no, muy lejos de la realidad!!!
Sólo quisiera que en todas las familias rescatemos el valor de la oración, así fuera una decena o menos, o un rosario completo, como nos pide tan insistentemente la Virgen en sus mensajes, lo que se pueda (los grandes sí, no tenemos excusa), pero que se haga con el corazón, que presentemos con humildad nuestras cosas de cada día a Dios y dejemos todo en sus manos, que nos dejemos guiar por Nuestra Madre del Cielo y pidamos siempre su bendición. Sólo así tendremos la ayuda divina para seguir adelante como familia, unidos, perseverando en la fe, y superando nuestros miedos y problemas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que linda familia!!!! y no lo digo porque sean mis sobrinos !!!! parecen 4 angelitos !!! besos!