Sobre la esperanza y la alegría de los cristianos

"Enseñas mejor lo que más necesitas aprender" Esta es una de esas frases q conozco de chica, hace años, tantas veces la he usado para otros, (que fácil resulta eso) pero es cierto que tiene tanta verdad, porque pensando en escribir lo que sigue, me vino a la memoria. Con esto quiero decir que esta pequeña reflexión va, primero que todo, para mí misma. Ya verán.
Pasa que siento que los cristianos, y en particular los católicos, deberíamos diferenciarnos de los que no creen, en la esperanza, en el optimismo con el que vivimos. No tiene caso que ante determinada situación, por ejemplo un tema de salud que nos preocupe, así sea una preocupación justificada, y no un miedo ante algo que podría suceder pero que es más probable que nunca suceda, los que creemos en Dios y los que no, reaccionemos igual. No deberíamos ser nosotros, los que creemos digo, los portadores de esperanza, en este mundo sin Dios???? Cómo podríamos dar testimonio de la Verdad, ya que no llevamos una remera puesta que dice: Dios te amo, en Vos me abandono y dejo todo en tus manos..., si vamos por la vida con esa actitud de miedo ante el futuro, y sobre todo pienso en esas situaciones inciertas donde todo puede salir bien o no. Aunque también por supuesto cuando ya el sufrimiento es una realidad. Muchas veces me ha pasado escuchar el dolor de alguien que se que no tiene fe, y me resulta tan difícil de ayudar.
Sin embargo, pienso en la actitud tan poco cristiana, de los que nos decimos cristianos. Está bien tener los pies bien sobre la tierra, pero no olvidemos de tener los ojos mirando el Cielo. Donde queda ser sal de la tierra y luz del mundo???? si siempre estamos viendo la mitad del vaso vacía???? si todo lo empañamos con nuestros miedos y nuestro pesimismo??? dónde está nuestra alegría cristiana?? Si cuando rezamos no creemos que lo que pedimos lo podemos conseguir (de Dios)entonces: para que rezamos? qué triste para Dios pedirle algo pensando que no nos lo va a dar, pero por si acaso... no me imagino a ninguno de mis hijos pidiéndome algo sin creer que se los puedo dar...
El otro día escuchaba una enseñanza del caminito de infancia espiritual de Santa Teresita, que decía que ojalá fueramos con Dios como niños en brazos de su madre, con esa confianza en su cuidado, total abandono, dejando todo en sus manos, sabiendo que nosotros sin El nada podemos...
Que podamos tener la fe y la confianza de los santos, pero no la de San Pedro cuando se hundía en el mar... (Mt 14, 22-33)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen articulo, está bueno el interrogante, no hay escusas para los cristianos, somos unos giles por no confiar mas en Dios.
unos tibios de cuarta, la mayoría.
tenemos q trabajar mas en eso, la confianza, el abandono, como una actitud concreta que se refleje en nuestra vida, o sea en nuestra conducta diaria, nuestras palabras, nuestra cara

Anónimo dijo...

San Pedro...y sin embargo Jesus mismo lo consagro su primer Papa!!!Precisamente esa debilidad humana,esa imperfeccion cotidiana es lo q nos identifica como humanos pecadores,deprovistos de todo y necesitados de todo lo q sea... Dios!!El articulo esta muy interesante y tiene muuchas situaciones para meditar.Es q es esa condicion de la pluralidad humana,maravillosamente pensada por nuestro Creador, donde no existe una persona igual a otra,la que nos lleva a necesitarnos los unos a los otros en el camino de esta vida.Sera cuestion de caer y levantarnos,y de caer y volver a levantarnos y ayudar al otro y juntos mirar al Cielo con alegria y esperanza verdadera.Clara.

Anónimo dijo...

para mí la alegría es acorde a la fe que tengo, si tengo una fe a medias,no voy a demostrar demasiada alegría. porque no estoy "totalmente convencido" aún de lo que digo creer. Que Dios nos aumente la fé, y que nos reconozcamos siempre necesitados de sus dones.