En estos últimos días nos hemos decidido a empezar a poner fin a una situación familiar que nos pesa. Como saben, tenemos 5 hijos, de 7 años a 4 meses. Y a pesar de que son muy buenos chicos, les cuesta obedecer. Cuando les pedimos, o mandamos que hagan algo, ellos nos contestan, preguntan por qué, protestan, proponen sus cambios, empiezan con “peroooo…”, se rebelan, desafían, etc, etc.
A modo de ejemplo les cuento una situación que se repite casi todos los días: luego de jugar en su cuarto dejan todos los juguetes tirados, un lío que no se puede ni poner un pie en el piso. Ahí viene el pedido: "ordenen los juguetes". Y ahí nomás empiezan las quejas: "que yo no puedo, que siempre yo ordeno y los demás no, que sí pero sólo ordeno los míos, que solos no podemos, ordenamos si vos nos ayudás, y bla bla bla". Bueno, pasa un rato, cuando vuelvo al cuarto todo sigue igual, nadie ordenó nada. Entonces viene un segundo pedido, tal vez un tercero... y luego, el enojo, ufff... y ahí viene la actitud que intentamos cambiar: los gritos. En lo personal, me enojo mucho cuando no obedecen. Y veo que como padres nos estamos acostumbrando a creer que la única forma de lograr que hagan caso es dando unos gritos. Pero no nos gusta hacerlo. Y menos cuando hay tantas ocasiones: a la hora de vestirse, del baño, si les pido a las más grandes que hagan sus camas, que ayuden a poner la mesa, o que dejen de pelear…
En esto estamos, entre renegar, gritar, reprender, sentir que me he pasado el día lidiando con los chicos, etc… cuando algo nos hace pensar: en Misa el domingo pasado escuchamos la 2da. Lectura, de la Carta de San Pablo a los cristianos de Efeso, se las transcribo:
Hermanos: No le causen tristeza al Espíritu Santo, con el que Dios los ha marcado para el día de la liberación final. Destierren de ustedes la aspereza, la ira, la indignación, los insultos, la maledicencia y toda clase de maldad. Sean buenos y comprensivos, y perdónense los unos a los otros, como Dios los perdonó, por medio de Cristo. Imiten, pues, a Dios como hijos queridos. Vivan amando como Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y víctima de fragancia agradable a Dios.
Y si a esto le agregamos que hace unos días estamos viendo con los chicos la serie de la familia Ingalls, "La casita de la pradera", con tantos y tan valiosos ejemplos para padres e hijos... entonces resulta que nos empezamos a sentir muy lejos del ideal de familia que queremos.
En fin, esta semana: Campaña por la paz en nuestra casa, allá vamos…
(la foto no tiene mucho que ver, no? pero es divertida!!)
9 comentarios:
Lo peor para mi fue ver que ellos nos copian en esto de los gritos, me hizo ver que la responsabilidad que tenemos de dar el ejemplo es importantísima, más de lo que pensaba. Parece que los padres somos, queramos o no, el primer modelo en el que los chicos se forman, y se forman segun nuestro modo de actuar, y no tanto según nuestras directivas y consejos. Lo que primero los va a formar es nuestro ejemplo activo, nuestra conducta concreta. No es para tomarselo asi nomás!!
Vivamos en armonia, dice San Pablo y el año pasado lo repetia BEn todo el tiempo...pero ponerlo en practica es mas dificil...
En la T.V. hay un programa en donde una niñera experimentada y amorosa disciplina a los niños a través de reglas y algunos "castigos" proporcionales obviamente a la edad del niño y a la indisciplina que comete. Por lo que he aprendido el chiste es que lo niños experimenten que todo lo que hagan (tanto bueno como malo) tiene una consecuencia y no pasa desapercibido. Bueno, yo se que se dice fácil pero no lo es en la práctica. :) Saludos y besitos a los niños!
Juan: Debemos estar atentos para tratar de dar buen ejemplo en todo, y no aflojar, aunq a veces den ganas de sacudir algo...
Vivir en armonía, eso es lo que tenemos que lograr en nuestras familias, gracias "anónimo"
Ale: lo de las penitencias es bueno, lo difícil es cumplirlas, porque después nos dá lástima y terminamos aflojando... Y si uno dice que va a haber una penitencia x, después hay que cumplirla, sino no sirve, y después no te creen... es un tema! ya te va a tocar ;)
UUUUFFFF!!!! Me pareció al leer la entrada que me estaba hablando la conciencia!! Flor, ya sabés desp de nuestras charlas que coincidimos en varios temitas respecto de los niños!! Pero siéntanse "tristemente" acompañados, xq a nosotros nos pasa lo mismo!! Y eso q lidiamos con uno... Segun!!, Justo aún no da taaanto trabajo...tampoco digamos nada..enano desorejado!!jaja! Pero bueno, hay q armarse de muuucha paciencia, pedir siempre a Dios q nos refresque la memoria cuando estamos en esa situación de ira total! (al punto de convertirnos en Hulk más q en "DRECK" como decía María!)
Si pueden conseguir algo de Fernanado Corominas....un maestro!! Lo q pasa q de ahi a cumplir con todos sus consejos!! mmm! Q difícil! En fin, trabajo de tooodo momento!
Besos y saludos desde la megapopulosaarchipoblada Saladix city!!!
Hola Emi!!!
Será que los niños del 2000 vienen más rebeldes? o que los padres somos un desastreeeee... (me inclino por lo primero, jeje)
Pasame más datos de Fernando Corominas, que no conozco nada, nombre del libro, etc, me interesa mucho!!!!
Besos a todos x la ciudad de la sal
Yo estoy convencido que a veces hay que tragarse los sentimientos propios y cumplir a rajatabla las normas que uno dispone en la casa. Ese es el primer signo de coherencia. Y sì, a veces cuesta, sobre todo cuando te dicen con làgrimas y gritos que la disciplina les duele, sobre todo porque esas làgrimas le duelen màs a uno. Pero en plan de previsores, prefiero que mis hijos se banquen un castigo ahora, si este les va a ahorrar un palo en la cabeza a lo largo de sus vidas.
El tiempo es ahora. Despuès, ellos vuelan ...
Sigo sin solucionar el problema del orden, pero algunas soluciones que han funcionado bien en casa han sido: reunirnos cada semana un día, siempre el mismo -sábado o domingo- y atribuir encargos concretos a cada uno para la semana y comprobar si se han cumplido los encargos de la semana que ha transcurrido.
Algún tipo de recompensa -chuches o chocolate- si la cosa ha ido bien. Este sistema tiene la ventaja de que cambias el gritar al aire por el hablar con el responsable si no ha cumplido y estimularle (siempre en positivo) para que la próxima vez lo haga mejor. Funciona bien el "yo confío en que... porque sé que tu quieres y eres capaz de hacerlo".
Las desventajas del sistema es que tienes que comprobar cada día si lo que ha fallado es el orden o de los juguetes de piececitas, de los que se encargaba... o colocar las sillas de la casa o....
También funciona encargar cada día de la semana a uno poner o recoger la mesa. Suele funcionar mejor que cuando se encargan varios porque siempre hay uno mas vaguete que aprovecha la situación, el problema en este caso es cuando falla el del día.
No te agobies por los gritos, los niños saben que no somos perfectos y perdemos los nervios. Pero siempre es bueno aprovechar para pedir ayuda para no perder los nervios a los propios niños, así se dan cuenta de que no queremos chillar y de que en cierta medida ellos pueden evitarlo.
A mi no me resultó porque fallé yo, pero en casa de una amiga funcionó muy bien el retirar todos los juguetes que estaban fuera de su sitio a la hora prevista y "secuestrarlos" durante un tiempo. A los mayores se les puede hacer pagar una cantidad, aunque sea insignificante, para recuperarlos.
Un abrazo
María Jesús
Gracias Milkus y María Jesús x los consejos, los vamos a tener en cuenta!!! En esto de ser padres estamos aprendiendo, no nos resulta fácil, tratamos de hacer lo mejor que podemos y bueno, también de no desanimar si a veces no resulta, claro!
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