Muy Felices Pascuas!!!!


Les quiero desear a todos los que visiten este blog, unas muy felices Pascuas!!!! Que Jesús Resucitado nos llene a todos con su Paz y que podamos estar alegres en la certeza de que El está vivo y camina junto a nosotros.
Hemos tratado de acompañarlo en estos 40 días de preparación que son la cuaresma, y ahora nos alegramos de su Victoria sobre la muerte. Como creo profundamente en su resurrección, y en que está vivo y ha elegido quedarse con nosotros en la Eucaristía, es que Jesús es mi esperanza, mi alegría, mi paz, en fin, la razón de mi vida. También teniendo siempre presente a nuestra Santa Madre, la Virgen María, que acompañó y sufrió junto a Jesús en la Pasión y que junto a El nos alcanzó la Redención, intentamos acompañarla en estos días de dolor, y que ahora son de alegría tranquila y fe.
Me encantaría que todos un día, no muy lejano, estemos en el mismo camino siguiendo a nuestro Señor. Es lo que quiero y rezo por ello. Especialmente deseo esto para todos mis familiares, mis amigos y conocidos, todos los que Dios ha puesto en mi vida.

Estamos rezando la novena a Jesús Misericordioso, (ver acá y/o acá) para prepararnos para el próximo domingo que es la Fiesta de la Divina Misericordia, una devoción que me encanta y me parece que no debemos perdernosla por las gracias y promesas que Jesús pone al alcance de quienes la realicen. Y este año con un festejo doble, la beatificación de nuestro queridísimo Papa Juan Pablo II, (que emociónnnn). Asíque va desde acá mi invitación a unirse todos los que quieran!!!!!

Ofrecimiento de Vida

El otro día encontré algo en la red que me encantó y me llenó de consuelo y no podía dejar de compartirlo y difundirlo. Se trata del "ofrecimiento de vida". Es una oración sencilla pero mediante la que ofrecemos a Dios toda nuestra vida, y especialmente lo más importante de ella: nuestras Misas, nuestras Comuniones, nuestras oraciones, nuestros sufrimientos. Fue revelada por Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Santísima Madre a una religiosa húngara del siglo pasado, Sor Natalia Magdolna (1901-1992). No es muy conocida aún, pero lo que más me llamó la atención son las promesas que hizo la Virgen para los que hagamos, aunque sea una vez en la vida, este ofrecimiento a Dios.

(Las promesas están entresacadas de varios mensajes que Jesús y María le comunicaron a sor María Maldogna, y que fueron editados en el libro "La Victoriosa Reina del Mundo" por Ediciones Xaverianas, S.A. de C.V. - Ave. Juan Palomar y Arias 694 - Prados Providencia - A.P.1/133-44100 Guadalajara, Jal. (MÉXICO). Puede leer o descargar el libro completo "La Victoriosa Reina del Mundo" aquí.

El Padre Jeno Krasznay, Director Espiritual de Sor María Natalia por algún tiempo, renombrado teólogo europeo y Auxiliar del Obispo Isvan Hasz, declaró verídicas estas experiencias místicas, así como las visiones y mensajes, tras un largo período de investigación y examen.)



Los mensajes son realmente imperdibles, por favor léanlos visitando esta pagina .
Acá les transcribo algunos:

A los que tienen la cruz del sufrimiento

La Santísima Virgen dijo:

–Cuando les llega, hijos míos, un gran sufrimiento corporal o espiritual y ustedes lo aceptan con espíritu de oblación, eso puede ser fuente de gracias innumerables. Pueden pagar con ello los pecados, las omisiones de toda su vida y cuando ya han cancelado toda su deuda, pueden ustedes alcanzar, con el restante sufrimiento, llevado con paciencia, la conversión de los pecadores empedernidos y dar gloria a Dios. Las almas salvadas, gracias a los sufrimientos aceptados por ustedes, pueden alcanzar incluso la santidad.

–Cuando pesa sobre ustedes la cruz del sufrimiento, sea por causa de una enfermedad o de un sufrimiento espiritual, recuerden que no son sino peregrinos en la tierra. Más allá de la tumba, hay un mundo maravillosamente más bello, que Dios ha preparado para sus hijos, donde les espera una felicidad muchísimo mayor que la que merecían debido a sus sufrimientos pacientemente sobrellevados. En un estado de felicidad que “ojo jamás vio, ni oído nunca oyó” estarán sumergidas sus almas durante toda una eternidad. Aunque la vida de uno esté llena de sufrimiento, será siempre muy corta, y se acabará pronto. Alégrense, aun cuando estén sufriendo, porque avanzan hacia una meta segura y al final del camino les espera el brazo tierno de su Madre y el amor eterno de la Santísima Trinidad.

–Los llamo a ustedes, mis queridos hijos, a un apostolado de especial elección, para que soporten el martirio espiritual por los pecados de los demás, y para que por medio del sacrificio de sus vidas, ofrecido con gran corazón, Dios pueda derramar ríos de su misericordia. Piensen, mis queridos hijos, qué inmensa multitud de almas pueden salvar de la eterna condenación si llevan con paciencia esa pequeña astilla de la cruz de mi santo Hijo, que Él les ha dado, para que tomando la mano de su Madre participen ustedes también de la obra de la Redención. No pidan, hijos míos, el sufrimiento; pero acepten siempre con humilde entrega, aquellos que el Señor les da.

El Amor Misericordioso de Jesús

–Es verdad que el hombre cometió el pecado con su desobediencia, pero mi Padre envió al Hijo, quien con su obediencia lo reparó todo. Sólo caen en las tinieblas exteriores aquellas almas que hasta el último momento de su existencia rechazan a Dios. Pero el alma que antes de abandonar el cuerpo sólo dijera con arrepentimiento: “¡Dios mío, sé misericordioso conmigo!”, ya se ha librado de las tinieblas exteriores.

–Pero mira, hija mía, el Amor Misericordioso de mi Padre alcanza incluso a los pecadores empedernidos. Por eso pido el ofrecimiento de vida que, cual sacrificio unido a mi cruento sacrificio, alcanza que la Justicia Divina sea satisfecha y de esta manera pueda haber misericordia también para los empedernidos, al menos en el último día o último momento de su vida. Por eso convocaré una multitud de almas entregadas para esta pesca apostólica de almas”.

Y acá les dejo la oración de ofrecimiento de vida:



Oración de Ofrecimiento de Vida

Mi amable Jesús, delante de las Personas de la Santísima Trinidad, delante de Nuestra Madre del Cielo y toda la Corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas Misas, Comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz: para adorar a la Gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra santa Madre Iglesia, por nuestros sacerdotes, por las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del mundo.

Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida. Amén.


Y aquí van las imperdibles y tan consoladoras promesas que nuestra Madre nos consiguió de Dios, para los que hagamos el ofrecimiento:

Cinco promesas de la Santísima Virgen para los que hacen el Ofrecimiento de Vida

1. Sus nombres estarán inscritos en el Corazón de Jesús, ardiente de amor, y en el Corazón Inmaculado de la Virgen María.

2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los méritos de Jesús, salvarán a muchas almas de la condenación. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.

3. Nadie de entre los miembros de su familia se condenará, aunque por las apariencias externas así parezca, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá en lo profundo de su alma, la gracia del perfecto arrepentimiento.

4. En el día de su ofrecimiento, los miembros de su familia que estuvieran en el purgatorio, saldrán de ahí.

5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré sus almas, sin pasar por el purgatorio, a la presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad, donde en la casa hecha por el Señor, se alegrarán eternamente junto Conmigo.